domingo, 4 de diciembre de 2016

Tony el pinareño

"Tenemos hoy la tarea, siempre triste, de recordar a los muertos; a los muertos que cayeron de frente, buscando un mundo que no vieron nunca cristalizar."
Ernesto Guevara de la Serna

Si hubiera tenido que morir de forma natural, y si la salud se lo hubiese permitido, haría pocos días que hubiésemos celebrado el cumpleaños 110 de Tony.
Y si no lo hubieran traicionado aquel día en el Morrillo, o el año 1935 no hubiese sido pura efervescencia revolucionaria contra la tiranía, todavía podríamos contar con uno de los hombres más extraordinarios que han muerto por la vida, por Cuba.
Por suerte para nosotros y para el matancero Calixto Guiteras y la norteamericana Marie Theresa Holmes, sí hubo un 22 de noviembre de 1906 en Pensylvania, Estados Unidos, y Antonio Guiteras pudo llegar a un mundo que se dedicaría a trasformar.

El intenso frío del país del Norte fue el responsable de que el padre decidiera regresar a Cuba cuando Tony no cumplía aún los 7 años. Lo que no imaginó Calixto fue que aquella decisión iba a tener un considerable impacto en la Historia Nacional, porque el pequeño niño aprendería a querer profundamente a Cuba, a los héroes de la lucha independentista, a los valores del pueblo cubano y lograría una visión realista del nefasto sistema Neocolonial impuesto por el imperialismo yanqui.

La casa
Ya para el año 1914, después de vivir un año en Matanzas, la familia Guiteras se instala en la ciudad de Pinar del Río. El padre llegaba a desempeñar interinamente la cátedra de francés, ll Curso, en el Instituto de Segunda Enseñanza de Pinar del Río, en cuyo claustro enseñaban profesores de altísimo nivel y autoridad moral. Situación que le permitiría a la familia tener una vida más desahogada al pertenecer al sector medio de la sociedad.
Al llegar a la más occidental de las provincias, la familia se establece en la calle Retiro # 254, próximo al lugar donde vivía Indalecio Sobrado, gobernador provincial. Poco tiempo después se trasladan a la calle Virtudes (hoy Ceferino Fernández) en la casa # 53 casi esquina Rosario, con el nombre actual de Ormani Arenado.
En ese mismo afán de permutar, marchan nuevamente (y definitivamente), a la casona de la calle Maceo, donde radica actualmente el museo que perpetua la memoria de Guiteras. La familia necesitaba una casa amplia con las condiciones necesarias para el desenvolvimiento de los niños y la realización de las acostumbradas actividades sociales.
Por esos días, un niño del vecindario, Alfredo Herrera Quintans, tuvo un encuentro que formaría una amistad de por vida. "Una tarde yo iba a jugar a un solar, y por el camino vi que en el portal de la casa que hacía unos días estaba desocupada, jugaban unos niños de mi misma edad (7 u 8 años). Me asomé para reconocer a los extraños del barrio y me di cuenta de que hablaban un idioma que no era el castellano, me arrimé a la baranda de la casa a examinar unos juguetes, que aquí no eran conocidos, entre los que estaban una carriola de color negro totalmente de acero. En ese momento el niño, Tony, me habló perfectamente en mi idioma y me invitó a jugar con ellos, y le pidió la carriola a su hermana Margot para que yo la montara".

El adolescente
Desde la infancia el joven Guiteras demostraría una gran inteligencia y aglutinaría a su alrededor a muchos amigos.
La convivencia con vecinos en diferentes lugares de la ciudad de Pinar del Río, permitiría a Guiteras y sus hermanos tener mayores relaciones sociales, las que contribuirían a forjar profundos sentimientos de amor a Cuba y en especial a la capital vueltabajera.
En esta ciudad de las primeras décadas de la República, que tenía una fisonomía diferente a la actual y con menos movimientos de personas, estudiaría Guiteras desde la primaria hasta el bachillerato.

Cuso Herrera fue otro de los pinareños que tuvo la suerte de compartir con él. "Su indumentaria en los días que lo conocí era la usual de los muchachos de aquella época: pantalón corto y camisa de bombache con medias largas. Cuando ingresamos en el Instituto, usábamos invariablemente saco y corbata, hasta los 15 o 16 años que nos poníamos los pantalones largos. A muy poco tiempo de conocerlo comenzó a usar unos espejuelos de aros blancos a fin de corregir el estrabismo que padecía y que con el tiempo eliminó totalmente. No hubo apodo más que el de "Tony", aunque algunas veces al referirnos a él lo hacíamos llamándole "el americano". Sus juegos infantiles preferidos eran la natación, correr distancias largas y tirar cuchillos y flechas con arcos"

Como es de sospechar en un muchacho tan inteligente, no pasarían inadvertidas para sus ansias de conocimientos las zonas aledañas a la ciudad incluyendo bosques ríos y las no lejanas montañas de la cordillera de los Órganos.
Amante del campismo, frecuentaba distintos lugares de los alrededores del municipio pinareño, entre ellos; el Hoyo del Guamá, un lugar conocido por Caobilla, la laguna de San Mateo y hasta el lugar donde se sumerge el río Cuyaguateje.
En Caobilla, junto a otros compañeros de estudios, pasó una semana en pleno campo. Ahí comían lo que cazaban y pescaban con el que fuera durante muchos años profesor de Historia Natural del Instituto de Pinar del Río, el Dr. Juan Tomas Roig. Las excursiones de campismo junto a sus compañeros eran a caballo, aunque al decir de sus compañeros era un pésimo jinete.
La práctica del tiro era también una de sus principales aficiones, las que combinó con la equitación, y otros deportes.

Cuso Herrera pudo describirlo bien: "Toni, desde niño, era demasiado alto para su edad, muy delgado, un tanto desgarbado y, ya mayor, usaba espejuelos de aro negro; un mechón de sus cabellos caía constantemente sobre la frente y su cutis era muy blanco; usaba sombrero de pajilla un tanto echado sobre las cejas; caminaba a pasos largos y con un hombro ligeramente caído; pocas veces reía a carcajadas aunque sonreía muy frecuentemente con cierta dulzura; hablaba poco, lentamente en tono bajo; carecía de prejuicios raciales y de toda índole. Era zurdo; de un valor personal rayano en la temeridad; le gustaban las aventuras y los peligros aún hasta en los juegos; un hijo respetuoso de sus padres; un amigo sincero y leal; generoso en extremo; aseado hasta la pulcritud; sus ideas políticas eran de un radical nacionalismo y extremo antimperialismo. Era ateo y anticlerical convencido. Durante su vida pinareña no tuvo novia alguna. En La Habana tuvo una, ya graduado de Farmacéutico que se nombra Delia Rodríguez, con la que se casó".

El joven

En 1919 comenzó el curso preparatorio para ingresar en el Instituto de Segunda Enseñanza, en el cual terminó sus estudios luego de cuatro años de demostrar una excepcional capacidad intelectual y de destacarse en las luchas del movimiento estudiantil vueltabajero, que pugnaba por defender sus derechos ante el sistema educacional imperante en Cuba en aquel período.

Le gustaba tanto experimentar que en su propia casa instaló un laboratorio donde realizaba pruebas y ensayos. Esta actitud era poco común entre estudiantes de segunda enseñanza de aquellos años. Y justo en aquellos años, 1924, se graduó de bachiller y a la vez obtuvo el título de Agrimensor y Perito Tasador de Tierra.

Las calles de Pinar del Río convulsas en varios períodos de la República Neocolonial fueron testigos del movimiento opositor a los gobernantes de turno y en defensa de las mejoras sociales. Tony dejó su impronta combativa en esta ciudad, sin poder prever que en pocos años se convertiría en el principal enemigo del imperialismo y la reacción interna.

Y Cuso Herrera sigue entretejiendo anécdotas "Seguimos nuestras luchas contra Machado y cuando se empezó a incubar "la prórroga de poderes", volvimos a esta ciudad a dar lo que llamábamos "tángana", y la hicimos en el Parque de Independencia al terminar la retreta que amenizaba la banda militar y que terminaba siempre con el Himno Nacional. Ya conjurados en el plan y regados por distintos lugares del parque, cuando Tony dio el primer grito de "¡abajo la prórroga!" que coreábamos los demás, se formó la natural alarma que se acrecentó cuando fuerzas del ejército, ya sobre aviso y estacionadas detrás de la Colonia Española, irrumpieron en sus caballos dando plan de machete. Corríamos delante de los soldados gritando contra la prórroga de poderes.
El estudiantado siguió en la lucha y al fundarse el Directorio Revolucionario, Tony fue designado por los alumnos de la Facultad de Farmacia para integrarlo, luchando denodadamente hasta el año 1927 que terminó su carrera.
Guiteras tenía un concepto del honor y del deber muy maduro para sus años, pues desde niño siempre fue esclavo de esos sentimientos. Si pedía a alguno de nosotros un peso prestado solo le exigíamos que diera su palabra de honor de que lo pagaría y eso no fallaba nunca. En cierta ocasión dimos nuestra palabra de reunirnos a las 5 de la tarde para irnos al río a bañarnos y cerca de la hora se desató un aguacero torrencial, por lo que el resto de los citados no concurrió al lugar de la cita. Al poco rato, Tony pasó frente a mi casa, calado hasta los huesos y al pedirle que me explicara su conducta ante tal tiempo, me dijo que había dado su palabra de honor y la cumplía."

En el año 1927 cuando concluye su carrera de Doctor en Farmacia, Machado maniobraba para prorrogar su poder como presidente, lo que sería rechazado por los estudiantes y el pueblo en general.

A partir de este momento trabaja en Pinar del Río, en el laboratorio de Enrique Ubieta y después establece uno de su propiedad, hasta que en el primer trimestre de 1929 recibe ofertas de trabajo en La Habana, en una sucursal que tenía en Cuba un monopolio farmacéutico norteamericano. Toda su familia siguió sus pasos.

El gobierno de los 100 días, donde pudo impulsar muchas medidas de beneficio popular y antimperialista sería una prueba para el joven revolucionario, mientras que el imperialismo se retorcía de rabia por la osadía de retarlo.

Después del gobierno de los 100 días, Guiteras tiene que vivir en la clandestinidad. Su empeño revolucionario se fortalece y madura mucho más desde el punto de vista político, convirtiéndose en la figura que tuvo una apreciación correcta sobre la revolución cubana y las vías para llevarla a cabo.

Con la creación de la Joven Cuba en 1934 Tony pretendía contar con la organización política y el brazo armado de la revolución democrática y antiimperialista que pretendía llevar a cabo en el país.

Su pensamiento revolucionario, de avanzada para la época en la Isla y en plena maduración política, es expuesto en los lineamientos teóricos de la Joven Cuba.

El beso de Judas

A Tony lo traicionaron. Fue un hombre, Carmelo González. Quien, igualmente, era pinareño.
Cuso Herrera contó la historia. "Carmelo González, residió durante mucho tiempo en la vecindad de Guiteras, y fue su compañero de juego en la niñez. Sin embargo, Carmelo, un poco menor que Tony, vivía con sus padres en el kilómetro 1 ½ de la carretera a La Coloma; pero los abuelos paternos y sus tías y tíos vivían en la misma cuadra, marcada con el número 10 oeste y como eran muchos hermanos, él y su hermana Angelita vinieron a vivir a la casa de sus abuelos. Muchachos de la misma cuadra, nos conocimos todos durante nuestros juegos y como él se pelaba al rape le decíamos Pelón y así pasaron los años.
Tony, Ricardo Rodríguez y yo fuimos a estudiar a La Habana y cuando el ciclón de 1926, me encontré una noche con Carmelo en la esquina de Neptuno y Belascoain y me contó que había ido con un grupo de empleados del correo a llevar la correspondencia a La Habana. Antes de irnos sabíamos que Carmelo había sido colocado como mensajero de telégrafos, así que no me extrañó el hecho que me contaba. A Carmelo le encantó La Habana, a pesar de que aún tenía zonas oscuras y estaba materialmente destruida. Tanto que la halló muy bella y me dijo decididamente que se quedaba a vivir allí. Al poco tiempo lo encontré con el uniforme de la Marina de Guerra, donde se había alistado".
"Después que Tony fue a vivir a La Habana yo había perdí el contacto con él; solo recuerdo haberlo visto en uno de mis viajes a esa ciudad, que fui como abogado. Cuando la caída de Machado y después del régimen de la pentarquía, al ser designado Ministro de Gobernación y de Guerra y Marina, Tony me envió varios recados de que quería verme; pero yo estaba de juez suplente en Los Palacios y no podía abandonar el lugar que estaba muy convulsionado. Un día al fin fui a verlo a la Secretaría de Gobernación que estaba en la calle Tacón, y pude encontrarlo enseguida pues su secretario era nuestro amigo Tulio Díaz. Al distinguirlo me sonrió y me pidió un cigarro, yo le dije que si a pesar de ser Secretario de Gobernación seguía picando cigarros, él sonrío y nos abrazamos."
"Ese día que lo visité me encontré con Carmelo que estaba sentado en un banco en los bajos del Ministerio esperando que Tony le firmara sus ascensos a Teniente de la Marina, pues Carmelo tenía actuación revolucionaria contra Machado, ya que participó en una conspiración de la Marina por lo que guardó prisión.
Esta fue la última vez que vi y hablé con Tony Guiteras".

Con la idea de preparar una invasión armada Tony se aprestaba a salir del país. Selecciona el Morrillo, último lugar en el que permanecería vivo, esperando la llegada del yate Amalia, que lo recogería para llevarlo a México junto con otros compañeros de la Joven Cuba.
Y por desgracia, también hubo un 8 de mayo de 1935, y a Carmelo no le alcanzó la hombría y lo delató. Guiteras, nuestro Tony, fue rodeado por tierra y mar. Junto a él estaba Carlos Aponte y otros revolucionarios. Decidió pelear aun cuando las fuerzas eran desiguales. "Los que quieran que me sigan", dijo. Pero no pudo completar su acción pues el ejército de la tiranía le cobró la vida antes.

Cuso Herrera pudo sentenciar que "tiempo después, la acción de Carmelo es sabida. Tony, confiando en una amistad desde de la niñez, quiso que le propiciara la salida por Matanzas, donde él era jefe de un Apostadero Naval. Carmelo denunció el hecho a Batista y Tony fue muerto en el Morrillo.
Al año de la muerte de Tony, una bomba enviada por correo, como un regalo de su boda reciente, destrozó a Carmelo materialmente".


Nota:
En este trabajo están presente datos aportados por las investigaciones del periodista e historiador pinareño Jorge Gorgoy.
El testimonio de los pinareños íntimos amigos de Tony es fruto de una investigación realizada por Wilfredo Denie Valdés, encontrada en http://www.convivenciacuba.es/index.php/historia-mainmenu-54/61-antonio-guiteras-un-ciudadano-de-pinar-del-ro
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