La Constitución de 1940
Un ejercicio (y un juego) para su comprensión
Hola queridas y queridos estudiantes:
Hoy vamos a tratar de "entrarle" a la Constitución de 1940 (y a todo el proceso que antecedió su aprobación, que fue muy intenso e importante). El ejercicio consiste en un análisis sobre la Constituyente y la Constitución. Quisiera que lo leyera y sobre todo, que se hicieran múltiples preguntas.
El juego... el juego lo hicieron otros, pero lo hicieron muy serio. Unos estudiantes míos de Periodismo (en el semestre pasado), se leyeron algunas páginas del Diario de la Convención Constituyente y, como son pichones de periodistas (buenos, la verdad), hicieron un "reportaje" a las sesiones de la Asamblea... ¡Sí! ¡Cómo si hubieran estado allí! Quiero que los lean y hagan comentarios sobre los mismos, qué les llamó la atención, qué dudas les quedaron (¡oigan, hay contenido en esos trabajos), y si creen que ustedes podrían hacer algo parecido... ¿Qué creen?
Estos son los links:
Los "reportes" de mis estudiantes de Periodismo:
"La gente y la Constituyente" (este es muy bueno)
Los mambises fueron quienes solicitaron a la Iglesia Católica que la Virgen de la Caridad fuera proclamada patrona de Cuba y así lo concedió el Papa Benedicto XV; sin embargo, en las provincias occidentales, específicamente en La Habana, la devoción era a la Inmaculada Concepción, que era la que habían traído los españoles y era la reconocida por la raza blanca. Mi pregunta es: ¿Cómo reaccionó la población blanca ante el hecho de que la Virgen de la Caridad fuera la Patrona de Cuba; lo aceptaron?
ResponderBorrarTendría que revisar en la prensa periódica de la época si hubo alguna diferencia significativa entre las reacciones de la población blanca en relación con la población negra alrededor de este tema.
BorrarDespués de leído el artículo La Constitución de 1940 de JC. Guanche me llamaron la atención ciertos aspectos, porque si bien es cierto, tenía conocimientos del racismo existente en la República, el artículo ofrece datos interesantes y desconocidos para mí, como usted dice, soy nueva en este mundo de la historia real. Las preguntas mías son las siguientes ¿Por qué Delio Nuñez Mesa, afirma que hablar del racismo, resultaba muy peligroso?
ResponderBorrar¿En qué consiste el trauma del PIC?
Voy a unir las respuestas a ambas preguntas en esta. Hablar del racismo, aun en 1940, incluso en 2017, resultaba peligroso, entre otras razones, por el trauma del PIC, el Partido Independiente de Color. Te remito a otro artículo del propio Guanche (“Raza y fraternidad republicana”)
BorrarAl producirse en 1912 el levantamiento del PIC, la sociedad de elementos de color “Unión Cubana”, radicada en Tampa y Key West, lo cuestionó en nombre de los “miles de hombres de color que sin aspiraciones personales desean el bienestar de esa hermosa tierra, que todos conocemos por República cubana y no por tierra de negros y blancos”. (La Lucha 2 de mayo de 1910, 1) La posibilidad de una intervención estadunidense en Cuba ante los sucesos de 1912 era un temor de estos sectores también por sus consecuencias raciales: “¡Pobres negros cubanos!... serían exterminados por los mismos de su raza, traídos de hordas salvajes de ciertos estados, donde el cubano que ven lo miran con el desprecio de ser inferior y al americano blanco lo veneran como a un ser de categoría superior a la de la raza etíope”. (La Lucha 2 de mayo de 1910, 1)
Del mismo modo, sociedades de la raza de color de La Habana denunciaron la campaña del Partido Independiente de Color (PIC) por “su manifiesto perjuicio de la paz y de la perfecta harmonía (sic) que debe reinar entre los elementos todos que componen la sociedad cubana”, […] que serenamente nos han traído hasta el disfrute de derechos comunes a ambas razas.” (La Lucha 2 de mayo de 1910)
Un escritor anónimo explicaba desde el Diario de la Marina que, con el levantamiento: “se ha roto la conjunción harmónica (sic) existente entre blancos y ´negros´, que ha disonado esa nota ´negra´ para desafinar el himno de afecto fraternal entonado al unísono entre los que convivían fundidos, compenetrados, siendo distintas razas y colores, en las mismas aspiraciones, en análogos deseos patrióticos, y amparados y gozando de idénticos derechos individuales, desde que se hundió en la ´negra´ noche del tiempo y el olvido, la inhumana y ´negra´ esclavitud”. (Fulano de tal 28 de mayo de 1912)
El racismo era considerado así solo como un problema “colonial” erradicado por la República. El “Estado” y la “nación” cubanos eran realidades naturalizadas con fuerza de establecidas, que distribuían significados patrióticos fijos y unívocos para sus respectivas audiencias: los “ciudadanos” y los “cubanos”. Este juicio hacía indistinguible el “Estado” de la “República”, lo que despolitizaba a esta última noción —la república era un programa político, “el fruto preciado de la revolución de 1895”, como decía Juan M. Chaiyoux, (Chaiyoux 1940, 19–20) y no solo la estructura institucional constituida— al diluirla en la noción, axiológicamente neutra, de “Estado”.
Por otra parte, esa postura comprendía el racismo solo como una “reminiscencia” de la esclavitud, lo que malinterpretaba los procesos de producción y reproducción del racismo, y la novedad que este comporta en respectivos momentos de nacionalización. De paso, exculpaba al modo de producción capitalista oligárquico de la hora de responsabilidad en la recirculación del racismo.
Y continúa Guanche en ese artículo:
BorrarEn este discurso, el alzamiento del PIC era “racista”, por “pretender” poner la raza por encima de la nación, el “potro antes que la estrella” —como aludía el símbolo del PIC, “frente” a la estrella de la enseña nacional— y “destruir la República”. En el propio año 1912, en medio de un clima extremo de violencia racial, Julio Franco, persona “de color” defendió desde Cárdenas la inexistencia de “vejámenes y pretericiones” para su “raza” y celebró como era tratada por la sociedad y el poder oficial cubanos: “¿No está dignamente representada en nuestro gobierno? ¿No tiene todo cuanto puede desempeñar? ¿Cuál es la tiranía que soportamos? ¿Quiénes son los tiranos, hipócritas enmascarados […]? ¿Qué tienen que ver los blancos capitalistas y los que ganan el pan de su familia con el sudor de sus frentes, con los partidos políticos y los gobernantes? ¿Ha apoyado el gobierno cubano actual en alguna ocasión a los burgueses y arrollado a los obreros sin razón y justicia?” (ANC s/f)
(…)
Este argumento especificaba al negro ñáñigo como barbarie, pero el discurso político oficial de 1912 expandió por su cuenta el enfoque y asoció en pleno al negro con la barbarie. Fue lo que hizo el presidente José Miguel Gómez ante el levantamiento del PIC: “No puede en manera alguna permitirse que en pleno siglo xx, en un país tan culto como el nuestro, una sociedad como la nuestra, que tiene títulos sobrados para ser respetada y respetable, consienta que turbe un momento más su paz moral y material esas manifestaciones de feroz salvajismo que realizan los que se han colocado, especialmente en la provincia oriental, fuera del radio de la civilización humana”. (El Triunfo 7 de junio de 1912)
Y, probablemente, más expresivo que el artículo mismo son las caricaturas, tomadas de la prensa de la época, que expresan el miedo al negro.
En cualquier caso, lo terrible fue la matanza de varios cientos de personas negras en 1912 y el desprecio oficial y consuetudinario al que fueron sometidos los negros tras ese suceso y el hecho de que se intentó igualar reclamación de derechos para los negros con un atentado a la unidad y existencia misma de la República.
Las celebraciones oficiales del día de la raza ¿tenían un día en específico o se realizaban a lo largo de todo el año?
ResponderBorrarEl propio artículo dice cuál era el día, y también lo dirían nuestras abuelitas o bisabuelitas: era el 12 de octubre. Es, por cierto, una fecha que aún se celebra en algunos países de Hispanoamérica, comenzando por España. Recuerda, de manera colonial, la llegada de Colón a América en 1492 en esa fecha. Tiene una historia más larga; a los fines de lo que preguntas fue solo el intento de promover la existencia de una “raza cubana, como parte de una raza americana”.
BorrarDespués de la lectura me hizo recordar una frase que siempre utilizaba nuestro profesor de historia de que viéramos las luces no las sombras, pero el problema es que las sombras son parte de la historia y muchas veces son necesarias para la comprensión, además cuando las luces son auténticas, las sombras se toman como aprendizaje. Realmente no me quedó claro el concepto de democracia sustancialita y me gustaría saber si en Cuba hoy se pudriera citar un ejemplo.
ResponderBorrarRefiere a un tipo de democracia de participación social real, “sustancial”, sería el término; entendido esto como ampliación de los derechos para la mayor cantidad posible de personas. En el caso del artículo leído se refiere a lo que logró (aquí sí cabe el término de pueblo) el pueblo cubano (en sus diferentes estratos) en relación con la moratoria hipotecaria. Como se trató de una demanda popular expresada incluso en una frase que hoy día se le ha escuchado decir a los indignados en Europa: “¡Somos el 99%!”
BorrarDice Guanche:
A diferencia de la integración “vertical” —dentro de una misma zona social, por ejemplo, la vinculada por la relación asalariada, tipo obreros vs patronos—, esta experiencia era clave para la constitución política del pueblo. El conflicto, que los acreedores quisieron presentar como una pugna “entre capitalistas”, fue reinterpretado por los deudores como “el problema del pueblo cubano”. “Somos el 99%”, se dijo desde entonces. “Mis palabras”, decía José Antonio Echeverría, a nombre del Comité Pro-Retracto Hipotecario (en una vista pública celebrada en el Senado para aportar criterios sobre la moratoria): “son sencillamente una somera y benévola expresión del sentir y apreciar del 99% de la población”. (Asociación Nacional de Propietarios 1939) Era una idea repetida constantemente: “…La Asociación Nacional de Propietarios, respetada por todos los comités provinciales y municipales, que representan la clase media de Cuba, con todos sus amigos, que son todos los demás trabajadores cubanos, es decir, el pueblo entero, con la sola excepción de los directamente interesados”. (Asociación Nacional de Propietarios 1939)
¿ven cómo puede cambiar la percepción de lo que significa pueblo en un momento dado? ¿Crees que tenga esto algo que ver con lo que después hará Fidel Castro en su alegato La Historia me absolverá?
Quisiera comentar que me gustaron mucho los trabajos realizados por los estudiantes de periodismo; realmente se metieron de lleno en aquella realidad. Me gustaron las frases: “se necesitan menos palabras y más hechos y los cuatro Partidos que forman la mayoría de la Comisión Constituyente estamos obligados a darle a Cuba todo el patriotismo que dieron en los campos del 68 y 95” y “hay que desconfiar siempre de las clases burguesas en el poder pues, aunque sus gestiones aparenten democracia y dignidad, siempre habrá artilugios para defender los intereses de la burguesía.”
ResponderBorrarRespecto al texto de la Constitución del 40, aunque ya sabía lo de la “moral cristiana”, no tenía idea de que incluso la Constituyente aceptaba solo como “religiones” al espiritismo y a la masonería, considerándose popularmente a las religiones afrocubanas como “brujería” ¿Cómo comenzó exactamente el rechazo a las religiones afrocubanas? ¿Tiene eso que ver con lo que una vez se dijo acerca de que el esclavo no era esclavo por ser negro sino al revés?
¡Muy bien Jeniffer! En tu propia pregunta está la respuesta y creo que comienzas a hilvanar cosas en la historia nacional. Efectivamente, el rechazo a las religiones de origen africano formó parte de la imposición de la hegemonía que, desde la época colonial, intentó deslegitimar a la población negra en todas sus dimensiones. Cuando se tuvo por “más brutal”, “más salvaje”, “brujería”, etc., la práctica de religiones africanas se ponía un granito de arena en el edificio del racismo, tanto más peligroso porque pasó a formar parte de la conciencia cotidiana de las personas comunes; con lo que dos actos similares (una ofrenda a las entidades espirituales en las que tiene fe religiosa) tiene connotaciones distintas. Piensa, por ejemplo, en cuán diferente puede ser dejar una vela encendida en el altar de una iglesia católica o dejar la misma vela encendida en una palma, o dejar plátanos…
ResponderBorrarTe recomiendo una lectura especial: “El monte”, de Lydia Cabrera.
Profe no entendí la expresión: Delio Núñez Mesa, del Partido Liberal, consideraba “anticubano y antipatriótico tratar de este problema de racismo en Cuba; creo que todos, sin excepción, debemos tener mucho cuidado con esto, porque resulta muy peligroso" ¿Por qué se refiere a que resulta peligroso tratar del racismo? ¿Se le dio del todo cumplimiento en la Constitución del 40 a este problema con la creación del delito a la discriminación racial?
ResponderBorrarEl artículo “serio”, “La Constitución de 1940” no me resultó tan fácil de leer como artículos anteriores, a pesar de que básicamente entiendo la idea, que se dieron condiciones específicas a finales de 1930 que presionaron al gobierno para que aceptara la Constitución del 40 y que esta, aunque poseía cosas buenas no resolvía todas las necesidades del pueblo, así como también la importancia de la acción colectiva y el debate público; me fue un poco denso y me dejó con algunas cosas que no entendí mucho, por ejemplo: ¿Qué es el reclamo keynesiano de la “eutanasia del rentista”? Me pareció que tenía algo que ver con la producción capitalista, pero no me quedó muy claro. Tampoco entendí muy bien quiénes eran los contrarios a la moratoria y a qué se oponían exactamente.
ResponderBorrarHola Adriana, como dices, es un tema complejo y "arido". no es muy facil escribirlo de modo entendible. Mira, te añado un poco mas aqui sobre el "reclamo keynesiano". Es complejo tambien, me dices qué no entiendes, y seguimos conversando. un saludo y gracias por los comentarios tuyos y de todos los demas!
BorrarLa discusión sobre el capital “rentista” vs el “empresarial” abarcaba en esa fecha el centro de la nueva teoría económica. El “keynesianismo” —un haz de enfoques que se suelen unificar por la apelación al intervencionismo de Estado y la promoción de la demanda efectiva, pero que es bastante más integral que ello— hizo de la distinción entre el rentista y el empresario uno de sus focos.
BorrarMarx no había manejado a fondo esta diferencia, porque su enfoque generalizaba a “los capitalistas”, a tono con el tipo de capitalismo —no plenamente financiarizado— que estudió. Gramsci, en cambio, situó al rentista como causante de un “ahorro muy caro” porque se obtenía con un nivel de vida demasiado bajo de los trabajadores industriales y especialmente de los agrícolas. {Gramsci 1984 #1084D: 50} Keynes la abordó en toda la línea: propugnó la deseabilidad de la “eutanasia del rentista” en tanto sería el fin del “poder de opresión acumulativo del capitalista para explotar el valor de escasez del capital”. {Keynes 1943 #791D: 330–331}
En la tesis de Keynes, el propietario de capital podía obtener interés por el dinero debido a su escasez (como mismo el dueño de la tierra podía percibir renta debido a lo limitado de su provisión). Keynes proponía un corolario que subvertía los fundamentos de la economía clásica: si bien podían existir razones para la escasez de tierra, no existían razones para la escasez de capital. Era posible que el ahorro colectivo pudiera mantenerse a través de la intervención estatal, y hacerlo crecer hasta dejar de ser escaso.
La explicación formaba parte del principal hallazgo keynesiano: la ausencia de demanda efectiva era el factor desencadenante de las crisis capitalistas, y su promoción sería la estrategia de salida. La posición tenía en la fecha otros expositores, no solo Keynes. Michal Kalecki había llegado, por el camino del marxismo, a una solución similar entre 1933 y 1935. {Kalecki 1973 #767} Kalecki atacaba a la teoría ortodoxa en otro aspecto crucial: las influencias monopolísticas impedían la reducción de los precios cuando descendían los costes salariales. Por ello, a pesar de los mayores márgenes de beneficio, no podían elevarse los beneficios. Su corolario era similar al de Keynes: “la política deliberada del gobierno puede llevar a cabo también un proyecto de inversiones que no se realizarían en otro caso, reduciendo así el paro y aumentando el consumo a su vez”. {Kalecki 1973 #767D: 11–13} En este argumento, la crisis tenía forma de “L”, o de “W”, no era lo mismo el ahorro que la inversión, la moneda podía ejercer funciones anticíclicas, la inversión pública era definitoria para impulsar la demanda, y solo esta podía superar la crisis.
El lapso de mayor discusión sobre la morataria en Cuba —1936-1940— coincidía con el inicio de la “revolución keynesiana” inspirada por la publicación, en enero de 1936, de La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero. Este enfoque era un marco propicio para explicar y ofrecer soluciones al problema de la moratoria. Su recepción en Cuba tendría problemas similares a los que afrontaron en otros contextos las ideas de Keynes. Sin embargo, desde el propio 1936 ya Felipe Pazos publicaba en la Isla un texto en el que trabajaba su enfoque a partir de Keynes en esta forma:
BorrarSi por algún motivo […] las inversiones de capitalización son inferiores a los ahorros, es decir, si una porción de la renta ahorrada no vuelve a la circulación, la producción no puede venderse en su totalidad: hay subconsumo. Este fenómeno, que puede designarse con el nombre de subcapitalización, ha sido estudiado en forma integral por H. Rittershausen y por John Maynard Keynes, que lo consideran como la causa fundamental de todos los trastornos. {Pazos 1936 #1694D: 10}
Luego, en 1940, Pazos y Cubillas consideraron que, para Keynes, mientras existiese desempleo el alza de precios no se produce o no pasa de ser un fenómeno transitorio, porque al existir medios disponibles, la producción alcanza muy pronto el nivel a que haya subido la renta nominal. {Pazos y Roque y Pérez Cubillas 1940 #1407D: 69} Ambos autores no eran los únicos en comprender los “nuevos rumbos” de la teoría económica en la fecha. Carlos Márquez Sterling entendía la disputa que suponían respecto a la teoría económica clásica: “se ha visto que lo admitido por los clásicos del siglo XIX como incuestionable, los practicones de la primera década del siglo XX han demostrado que adolecía de graves defectos. La abundancia resulta ahora que no es la riqueza”. {Márquez Sterling 1937 #1331D: 175} Para el joven jurista, presidente de la Cámara de Representantes, la política industrial de Rooselvelt representaba un “movimiento revolucionario en los Estados Unidos que sigue la corriente contraria al liberalismo puro, que en todas partes, incluso en Inglaterra, está francamente en derrota, en quiebra.” {Márquez Sterling 1937 #1331D: 199–201} En ese espíritu, el ensayista Francisco Doménech Vinajeras le ofrecía un fondo histórico a la crítica a la economía clásica en Cuba: “Refirámonos […] a la justicia distributiva de que habló con harta elocuencia en una de sus vividas alusiones al problema social nuestro gran Martí; el cual en esos momentos estaba rectificando, queriendo o sin querer, los parciales supuestos de David Ricardo.” {Doménech Vinajeras 1938 #1449D: 19}
No obstante, la imaginación económica de la hora, en el mundo y en la Isla, estaba dominada aún por la teoría clásica, que imaginaba la causa de la crisis por el lado contrario al que pretendían Keynes y Kalecki: por la capacidad de oferta. El postulado clásico, desde Ricardo y de Say, actualizado luego por A. Marshall, imaginaba la crisis capitalista como una “V”; no tenía una teoría sólida sobre el desempleo; manejaba una concepción cuantitativa del dinero (si hay más dinero este vale menos) y creía cosa de dementes la idea de hacer intervenir masivamente al Estado para manipular el ciclo económico. El núcleo de la teoría ortodoxa afirmaba que la “abstinencia” del capitalista (pues “ahorro es igual a inversión”) era favorable al obrero: en la crisis este se aprieta el cinturón, los salarios bajan, la tasa de ganancias sube, el capitalista reinvierte y “todo vuelve a comenzar”.
BorrarEn el contexto del debate cubano sobre la moratoria, las implicaciones políticas de ambos argumentos eran completamente diferentes. Para las posiciones ortodoxas, cualquier ataque a la desigualdad, como una fuerte imposición progresiva, se considera peligrosa en tanto paraliza la fuente de acumulación de capital e impide el crecimiento económico. En contraste, para Kalecki si el obrero “gasta todo lo que gana” el burgués empresario, en cambio, “gana todo lo que gasta”. La tesis entiende así la inversión de modo distinto a la abstinencia del ahorro burgués. Con sentido similar, Keynes decía que “el crecimiento de la riqueza, lejos de depender de la abstinencia de los ricos […] tiene más probabilidades de encontrar en ella un impedimento”. Con esto último, quedaba “eliminada una de las principales justificaciones sociales de la gran desigualdad de la riqueza”. {Keynes 1943 #791D: 328–329} Se habilitaba así una ruta para vincular de otro modo la economía política con la justicia, diferente a la ruta económica clásica que piensa la economía por un lado y la justicia por otro —pues cree imposible comerse el pastel y conservarlo al mismo tiempo—, sino un tipo de economía que diese espacio a la justicia en su propio patrón de acumulación, o sea, en la creación y conservación misma del “pastel”.
Me llamó mucho la atención la participación que tuvo Batista defendiendo los intereses de las masas, así como puede apreciar los problemas por las que atravesaban las personas “de color”, sobre todo el cómo asociaban la brujería con la religión afrocubana (detalle que ya usted nos había comentado en clase) y el desconocimiento de dicha religión. Con respecto a este tema, no me quedó muy clara la posición de los Constituyentes sobre la discriminación racial: ¿se oponían a estas injustas diferencias o las aceptaban? Porque, aunque veo que en la época hubo grandes avances con esto (la creación de los diferentes proyectos de nación) no me quedó muy definido.
ResponderBorraraqui añado informacion a lo ya dicho. Saludos a todos de nuevo.
BorrarLa consagración de la “discriminación racial” como delito fue una novedad radical de la Constitución de 1940. En la Asamblea, se libró una verdadera batalla para conseguirlo. La discusión sobre el punto versó sobre si “discriminación” era la palabra más “adecuada”. Márquez Sterling señaló que “no aparecía en los diccionarios”. Núñez Mesa creía que no existía “discriminación” y que de haberla, era solo porque los afectados no hacían uso de sus derechos. La palabra que pretendía sustituir a “discriminación” fue “molestia”. García Agüero definió el sentido de la primera: “Discriminación, en nuestro criterio y en el de la masa popular, es el acto mediante el cual alguien con posibilidad de ejecutarlo, establece diferencias entre dos núcleos distintos de la población para menospreciar, negarle posibilidades económicas, sociales, de vida, de cualquier naturaleza, a uno de sus dos grupos para ventaja del otro en forma deliberada.” {Diario de Sesiones 1940 #603D: 14–15}
BorrarSe trataba de algo mucho más abarcador y profundo que el hecho de “causar molestia”. Al mismo tiempo, el convencional comunista propuso agregar la palabra “color” en el precepto sobre discriminación, lo que equivalía a un doble movimiento: buscaba consagrar la inexistencia de las razas y cuestionar la realidad del racismo. Con la disputa sobre la palabra “discriminación” se ventilaba una cuestión de fondo: la oposición tanto al paternalismo racial, fuese blanco o negro, como a la despolitización del problema “del color”. Ante el paternalismo y la despolitización, a resultas del debate, la Convención aprobó por unanimidad el término “discriminación” dentro de un marco de sentido que politizaba la diferencia: el racismo no debía entenderse solo como un “prejuicio moral”.
BorrarDicho “prejuicio” tenía fundamentos materiales reconocibles en la pretensión de monopolizar recursos sociales, económicos y culturales. Esta postura, que no era exclusivamente comunista, pues con ella coincidían Emilio Ochoa (del PRC-A) y Ramón Zaydín (de Acción Republicana), a diferencia de Casanova, del Partido Liberal, o Mañach e Ichaso del ABC, coincidía con las maneras en que sectores antirracistas habían defendido el tema desde la sociedad civil. En ocasión del “caso” de Mr. Mitchell, la Hermandad de los Jóvenes Cubanos se pronunció “contra actos que sean contrarios a la igualdad democrática” y contra la “discriminación”. {La hermandad de los jóvenes 4 de enero de 1937 #581} El propio término fue empleado por parte de estos colectivos, como la Asociación Nacional contra la Discriminación Racial, que pusieron el tema racial como prioridad del debate de la sociedad civil en Cuba.
Consignar la palabra “discriminación” en el texto constitucional significaba extraer del ámbito de lo “moral” el problema, abrir las puertas a sus consideraciones sociales y a sanciones jurídicas y otorgarle mayor potencia para situarse dentro de complejos discursivos como la “cubanidad”. Permitía, por ejemplo, sancionar jurídicamente actos de discriminación y lanzar políticas de acción afirmativa hacia los negros cubanos. El hecho daba un papel completamente nuevo en Cuba a la intervención del Estado en la consecución de la justicia, en este caso racial. Rafael Iturralde expresó así este nuevo programa intervencionista: “el Estado debe imponer por todos los medios a los reaccionarios, hacia la corrección de todo procedimiento en que se advierta desigualdad racial; hacia la educación adecuada que borre de los espíritus el mal del prejuicio racial y proclame como un dogma la igualdad entre todos los hombres. Y sobre todo, hacia las mismas oportunidades económicas, para que todos tengamos las mismas facilidades mediante el trabajo y la dedicación de obtener las ventajas derivadas del disfrute del capital dentro del régimen en que vivimos.” {Iturralde 1939 #891D: 331}
BorrarEl argumento se oponía a la lógica “panliberal” en materia de “progreso racial”. Para Alberto Boada, no debía considerarse ningún intervencionismo público a favor de la justicia por calificaciones de “color”. Los recursos en que confiaba Boada eran “la capacidad de trabajo” y la “honestidad”, dentro de la democracia (que, sin decirlo, aceptaba como liberal oligárquica): “Quien tenga una aspiración legítima en la vida y no ofrezca ante sus semejantes mejor razonamiento que el hecho accidental de la raza, traiciona los valores de su origen, porque son los valores morales e intelectuales los únicos que ofrecen una verdadera diferenciación humana entre los seres pensantes. El Partido Demócrata Republicano mantiene entre sus doctrinas los principios de igualdad que tuvieron su origen en los esfuerzos comunes por la conquista de la libertad. “{Boada 1939 #888D: 230–231}
La aprobación de la discriminación como delito tuvo aún otras ventajas. Permitió también dar respuestas concretas a un problema lacerante para muchas familias cubanas, particularmente de color, entre las cuales el matrimonio formal era mucho menos frecuente que en familias con color de la piel blanco: la prohibición de distinguir entre hijos naturales e ilegítimos. La propuesta inicial presentada en el borrador de la Constitución sobre este tema fue evitar la calificación en la filiación de las condiciones del nacimiento del hijo —dentro o fuera del matrimonio—, otorgar a los hijos naturales los mismos derechos y deberes —con excepción de la herencia— y establecer la posibilidad de reclamar la filiación. Santiago Rey propuso una enmienda, apoyada por los comunistas, que defendía, en cambio, la igualdad absoluta en el nombre, en la consideración social y en la herencia, eliminándose las distintas denominaciones. {Diario de sesiones 1940 #1726: 9} La magnitud de esta sugerencia hubiese colocado a Cuba a la altura de las más avanzadas legislaciones del mundo en la materia. La reacción de sectores burgueses, integrantes del bloque populista de la CSD, lo impidió. Cortina aseguró que: “no creo que estemos delante de una revolución social de tipo social comunista, que tenga por fin destruir, bajo todos sus aspectos, la sociedad en la que vivimos y que deba también cambiar el sistema de familias en que nos hemos desenvuelto propagando el amor libre.” {Diario de sesiones 1940 #1726: 12}
BorrarLa solución normativa final del tema de la discriminación fue encuadrada también, como la moratoria, dentro de una perspectiva populista. El mismo Cortina consideró que “ya hemos hecho demasiados cambios y revoluciones en el orden económico” y debían “llevar al problema de la familia, no ideas revolucionarias, desorbitadas y peligrosas, sino conceptos progresistas que vayan exclusivamente a curar cada mal con la medida precisa, sin agregar nuevos cambios innecesarios”. {Diario de sesiones 1940 #1726: 12} Con esos argumentos, se mantuvo la diferenciación de los hijos ante la herencia, hecho que protegía la familia tradicional y la economía política productiva, en tanto privilegiaba a los hijos que habían contribuido a la formación del patrimonio familiar. No obstante la limitación, el resultado continuó siendo progresista. Blas Roca, en un balance de la Constitución una vez recién aprobada valoró: “No hay ninguna constitución en el mundo capitalista que tenga un artículo parecido consagrando la igualdad de las razas. La inclusión de este artículo fue un gran éxito de nuestro partido [PCC] que, presionando con toda su fuerza por una declaración aún más terminante, logró que tal punto de vista quedara incluido en la carta magna. Otros avances fue el reconocimiento de la igualdad de la mujer, la limitación de la pena de muerte y la consagración de la igualdad (hasta cierto punto) de los hijos”. {Roca 1940 #1481D: 14–33}
BorrarEl artículo de la Constitución del 40 estuvo muy interesante por el tema que aborda y cómo nos permite conocer la discriminación racial que existía en aquella época, solo que no entendí algo y quisiera preguntarle. ¿Qué es el “trauma del PIC”? y ¿Qué son el paternalismo y la despolitización?
ResponderBorrar-Artículo La Constitución de 1940
ResponderBorrar¿Por qué se hablaba de democracia cuando todos al final el gobierno que querían era autoritario?
¿Por qué la Constitución de 1940 fue burlada sin juzgar la efectividad de la misma?
-Artículo La gente y La Constituyente
¿Por qué desean instaurar una sociedad progresista burguesa si la mayoría de los ciudadanos no conocen el tema y porque desconfiar del tema si su objetivo es lograrlo?
Muy interesante el artículo de Julio César Guanche.
ResponderBorrar1. ¿Hoy día se penaliza por discriminación racial en Cuba? ¿Existe una ley que lo recoja?
2. ¿En qué medida diría usted que la religión afrocubana es "mal vista" en la sociedad cubana actualmente?
3. Quisiera saber más o menos la lógica del "día de la raza". ¿Cómo se celebraba?
¿Con este acontecimiento realmente se luchaba contra la discriminación racial o era solo un evento protocolar? En el fragmento que el autor adjuntó al artículo acerca de un discurso o escrito en conmemoración de este día, me da la impresión de que era un acontecimiento fútil, en el cual se expresaba mucho el rechazo a la discriminación racial, pero era solo eso "palabras", no acciones.
4. ¿En nuestro país existió un movimiento contra la discriminación racial, realmente consolidado, con programa, líderes y objetivos bien marcados?
Primero que todo me declaro defensor de los derechos humanos y en contra total del racismo.
ResponderBorrar¿Hoy en día se mantiene en la constitución el delito de discriminación racial? Es penalizado?
En la actualidad de nuestro país, por mi propia experiencia puedo afirmar que en la mayoría de lugares lujosos, de elegancia y prestigio, como por ejemplo hoteles, restaurantes , bares , discotecas , ya sean estatales o privados, la mayoría de personas que llegan a obtener una plaza, especialmente con algo de categoría-excluyendo de categoría los puestos de limpieza, seguridad, etc.- suelen ser personas “no de color”-como si solo tuviesen color las personas negras- , en cambio ,a medida que los niveles de distinción y “glamour” descienden, ascienden a su vez las oportunidades para las personas de “color”. Mis preguntas son estas:
¿cree usted que a estas alturas de una la civilización que escribió la historia donde el individuo de “color” ha sido el esclavo , el excluido, el estigmatizado ,el discriminado, exista un cambio de esta posición que ni siquiera el Socialismo ha podido materializar?,
¿considera usted alguna propuesta que ilumine este cometido, o conoce alguna de alguien?,
¿podría ser el condicionamiento que proponían los conductistas para la conformación de una sociedad utópica, la cura para el racismo? ,y, a modo de curiosidad,
¿Cómo cree usted que sería la sociedad si los papeles se intercambiaran, sería exactamente igual?, o la tendencia a despreciar a las personas “de color”-confieso que en lo personal me irrita sobremanera esta frase- ¿va más allá de lo que la historia de esclavistas y esclavos responden, pudiendo influir en ello quizás una cuestión que se acerca a la tendencia humana a preferir colores mas claros, olores menos intensos(sistemas sensoriales), es decir, obviando la subjetividad que indiscutiblemente influye, pero primando factores de carácter fisiológicos?