Eduardo Abela: El pintor y su época
Por Lisandra Aguilar Wong
Con el machadato cada vez más se siente el espíritu de lucha. Las nuevas generaciones están tomando conciencia de los problemas que aquejan al país e intentan hacer algo por cambiarlos. Dentro de toda esta algarabía, los artistas están mostrando más cubanía en sus creaciones y surge un personaje portavoz de este ánimo de denuncia. Lo llaman el “Bobo”, tan simpático como irónico, que mediante sus diálogos de doble sentido, critica las medidas represivas, crímenes y corrupciones de la época. Eduardo Abela, creador de este especie de héroe, nos habló esta mañana sobre su obra en el nuevo contexto en el que está inmersa la isla.
¿Por qué mezclar el humorismo y la ironía en el personaje el “Bobo”?
La censura imponía la necesidad de un lenguaje cifrado. Necesitaba crear un lenguaje confuso para evitar las medidas represivas, claro, sin llegar a hacerlo indescifrable. Tengo que mantenerme todo el tiempo alerta y captar las expresiones más comunes para un público grande. Como complemento para mi personaje creé al profesor y al ahijado, el primero ante la necesidad de dotar al Bobo de un amigo con quien hablar, debía ser alguien tan bobo como él e ignorante del mundo real para poder tratar de boberías, y al ahijado es un niño descendiente. Realmente encontré en el humorismo un medio para romper el aislamiento. Aprendí que el público no es un receptor pasivo, que enriquece lo que se entrega, pues la ironía, vestida de ternura, es una forma para expulsar la violencia.
¿Cómo surge el Abela artista?
Soy campesino y desde que era muy joven ya conocía el oficio de preparar tabacos. Creo que gracias a ello aprendí el amor a la obra bien realizada, sobre todo, aquella que sale de la mano del hombre.
¿Qué significa la pintura para Abela?
Mi primera preocupación es la de adquirir en la pintura un oficio que me haga dueño, sin ningún tipo de limitaciones, de mi medio expresivo. El tema tiene una importancia secundaria, es una excusa para el ejercicio y para el planteamiento de problemas, se trata de reivindicar lo nacional y de encontrar un lenguaje adecuado.
Mi primera preocupación es la de adquirir en la pintura un oficio que me haga dueño, sin ningún tipo de limitaciones, de mi medio expresivo. El tema tiene una importancia secundaria, es una excusa para el ejercicio y para el planteamiento de problemas, se trata de reivindicar lo nacional y de encontrar un lenguaje adecuado.
¿Cuáles son los problemas artísticos a los que se enfrentan los pintores cubanos en estos tiempos?
Uno de los problemas es el de la luz, fundamental en el paisaje del trópico, que destaca el color o parece ahogarlo en su blancura. La solución impresionista resulta inadecuada. Pero de lo que estoy seguro es de no querer renunciar a la sólida estructura de los cuadros.
¿Cómo se combinan el Abela periodista y el Abela artista en la etapa en la que estuvo en París ?
Soy periodista y artista. Fui a Paris porque necesitaba escapar de todo. Me apoye en el recuerdo, en las historias que contaban los veteranos de guerra en la manigua e hice mis obras más cubanas. Por su parte, el periodismo me aseguró el sustento, me permitió conocer nuevos horizontes y ver pintura. Allí el recuerdo de Cuba se me hizo apremiante. Fueron techos y azoteas, o sea, una realidad más profunda, la del movimiento y la fuerza vital.
¿Qué intenta reflejar con su arte en una época tan convulsa?
En estos momentos donde las ilusiones de lucha antimachadistas se ven cada vez más frustadas y la corrupción lo va invadiendo todo poco a poco, yo intento cultivar mi propio huerto. Sigo empecinado en rescatar del caos un pedazo de universo.
Información tomada de
• “El Camino de los Maestros” de Graciela Pogolotti
• “La historia de El Bobo de Abela” de Alejandro Batista Martínez
• “El Bobo de Abela en la historia cubana” de Graciela Pogolotti
Wednesday at 12:17 · Seen Wed 12:17
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